Este fin de semana he visto en el Teatro Principal de Zaragoza el Slava´s Snowshow, del payaso ruso Slava Polunin…..y he disfrutado como una loca. Iba con buena compañía pues mi hijo pequeño acabo subido en la silla con los brazos en alto gritado ¡bravo, bravo, bravo!.
La mezcla de mimo y clown, de payasada y poesía, de charlotada y simbolismo, no a todo el mundo le gusta, y no dudo que más de un espectador no acabase muy convencido el espectáculo. Yo me deje llevar por Slava a su mundo mágico, no busque simbolismo, ni metáforas de la realidad, ni intente desentrañar una historia o un significando coherente dentro de “skits” bastante cortos. Simplemente me entregue a la música, a la inocencia del clown, a la melancolía y la poesía de este ruso singular. Reí y sufrí con él, y casi siempre la risa surgía después de la tristeza y viceversa
Slava Polunin está genial pero cuando deja el protagonismo a esos tristes payasos con sobretodo verde y sombreros de grandes alas, también ellos nos roban el corazón.
Teniendo en cuenta los efectos especiales que utiliza imagino que no habrá dos sesiones iguales ya que parte se encuentra improvisado
La mezcla de mimo y clown, de payasada y poesía, de charlotada y simbolismo, no a todo el mundo le gusta, y no dudo que más de un espectador no acabase muy convencido el espectáculo. Yo me deje llevar por Slava a su mundo mágico, no busque simbolismo, ni metáforas de la realidad, ni intente desentrañar una historia o un significando coherente dentro de “skits” bastante cortos. Simplemente me entregue a la música, a la inocencia del clown, a la melancolía y la poesía de este ruso singular. Reí y sufrí con él, y casi siempre la risa surgía después de la tristeza y viceversa
Slava Polunin está genial pero cuando deja el protagonismo a esos tristes payasos con sobretodo verde y sombreros de grandes alas, también ellos nos roban el corazón.
Teniendo en cuenta los efectos especiales que utiliza imagino que no habrá dos sesiones iguales ya que parte se encuentra improvisado